Textos | Texts

  • Jaime Contreras
  • Adriana Cantoral

 


 

Jaime Contreras

TEXTO DE SALA

SENSATIO

PAOLA BÁRCENA


La fotografía contemporánea se caracteriza por ser una constante construcción y reconstrucción de la realidad, un espejismo y un simulacro permanente del cual los artistas se apropian para generar nuevos lenguajes y propuestas.

Desde la invención de la fotografía en 1826 por el francés Joseph Nicéphore Niépce, el paisaje ha tenido un rol fundamental en su desarrollo. Sin embargo, no fue hasta un poco después de una década que los avances tecnológicos de las cámaras permitieron a los fotógrafos incipientes tomar imágenes más precisas de la naturaleza. Durante los primeros años, la fotografía se limitó a ser solo una mímesis de la realidad, pero poco a poco los artistas y fotógrafos de esa época se dieron cuenta de las posibilidades que tenían para otorgarle la categoría de obra de arte. Los fotógrafos del movimiento Pictorialista de finales del siglo XIX son de los primeros que buscan romper con los procesos tradicionales de representación de la imagen y experimentar a partir de su manipulación.

Para Paola Bárcena, al igual que para muchos de los fotógrafos del Pictorialismo histórico, el paisaje es su Leitmotiv, su punto de partida. Ella se apropia de la realidad, pero no la copia; busca a través de la manipulación, construir nuevas realidades; busca producir estados mentales que mediante la contemplación generen sensaciones, convirtiendo a la actividad perceptiva en una experiencia estética.

Investigar y experimentar sobre los procesos de percepción de la imagen ha sido su principal motivación. El articular múltiples posibilidades de reconocimiento abre la puerta para que ella incursione también en nuevos medios como el video y la instalación. La imagen ya no es solo estática, sino ahora también es dinámica.

"SENSATIO" es la consecuencia de sus constantes procesos de construcción de la imagen. Es un abanico de múltiples posibilidades que surgen de sus experimentaciones y que ahora busca generar en el espectador sensaciones; sensaciones creadas a partir de un cambio de percepción. El color, el movimiento y los sonidos son elementos que ahora se complementan para lograr nuevos procesos polisensoriales.

Para Paola Bárcena, el viaje es, en sí mismo, un acto con valor simbólico y el origen de las imágenes como espacio físico es el gran elemento presente/ausente en su trabajo. Las obras nunca traicionan su procedencia; no dejan de ser lo que son, pero ya no son lo que eran. Cada espectador les confiere nuevos valores y significados, y cada lugar aporta nuevas posibilidades de interpretación.

Sus imágenes no son para los ojos, son para la mente, y la realidad ya no es otra más que la que tú mismo te construyes.

Jaime Contreras

CURADOR


Texto para Exposición "Sensatio"

Segundo Piso, Museo de la Memoria Histórica Universitaria Puebla, julio 2023

 

 


 

Jaime Contreras

TEXTO DE SALA

PERCEPTIO

PAOLA BÁRCENA

EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA


“La Psicología o Teoría de la Gestalt” (o Teoría de la Forma) se enfoca en estudiar los procesos mentales de las personas y afirma que la mente configura los elementos que llegan a ella a través de la percepción y/o la memoria. Así cada uno construye la realidad y la interpreta, y estos elementos nos sirven para tomar decisiones con base en las figuras o formas mentales sin que nos percatemos de ello. Básicamente, “la Teoría de la Gestalt” propone un enfoque psicológico en el que las personas tienen una participación activa en la construcción de su realidad y sus significados, que parte de sus experiencias, creencias o circunstancias y que son capaces de re-contextualizar sus formas e imágenes a partir de sus puntos de vista y su manera de percibir las cosas.

En “PERCEPTIO”, Paola Bárcena convierte a la exposición en un laboratorio visual en donde la artista juega con el concepto de percepción y en donde el espectador lo que percibe como realidad, en realidad no es la verdad. Convierte a sus fotografías en herramientas de experimentación de la “Teoría de la Gestalt” y al espectador lo obliga permanentemente a observar, a identificar, a recordar, a descubrir las imágenes, -no importa si son las reales-, pone a prueba en todo momento su capacidad de percepción; la realidad ya no importa.

Nuestro cerebro está tan acostumbrado a que la fotografía tiene que ser completamente explícita y descriptiva que cuando se le genera un cambio de perspectiva o se le re-contextualiza, inclusive con un pequeño giro, se puede modificar completamente la percepción de la obra, volviéndola completamente abstracta y obligando a las personas a darle una lectura totalmente diferente, que puede ir de lo metafísico y lo misterioso, a lo irracional.

En esta exposición, Paola Bárcena reproduce la realidad para luego ocultarla a plena vista, únicamente da pistas para que cada quien las descubra o simplemente las interprete a su gusto, manipula nuestra capacidad de percepción y convierte a cada obra en una paradoja; es y no es simultáneamente. Si en algún momento las imágenes regresaran a su forma original, a su punto de partida, automáticamente perderían su sentido y se anularían. Nuestra percepción llevada al límite.

La intención de cada fotografía es que no dejemos de observarla, que la miremos mientras la desciframos, y que sigamos mirándola inclusive cuando ya la hayamos descubierto.

“PERCEPTIO” es un nuevo punto de quiebre en la trayectoria de la artista, el primero fue transitar de la arquitectura a la fotografía; su trabajo ahora fotográfico ya no se subordina a retratar solo la realidad, busca romper con la dependencia que tenía con lo tradicional.

La fotografía le ha dado a la artista todo un campo de experimentación, para ella es una técnica nómada como su realidad actual, le da la posibilidad de seguir relacionándose con el espacio (herencia de su carrera como arquitecta), es demandante y generosa y le da la oportunidad de reinventarse permanentemente.

CURADURÍA

Jaime Contreras


Texto para Exposición "Perceptio"

Sala Juan Cordero, Casa de la Cultura Puebla, septiembre 2021

 

 


 

Adriana Cantoral

PAOLA BÁRCENA

La fotografía de Paola Bárcena es caleidoscópica, ya que está colmada de cambios de lugares, de tiempos, de figuraciones, de abstracciones y de claroscuros. De ese modo, retrata miradas milenarias de ciudades sagradas de la India. Esos ojos hindús, esos ríos que arrastran misticismo, esa gente devota que se humedece en ellos, esas arquitecturas indescifrables, esas ceremonias pintadas en las manos, esos recintos religiosos, esos seres meditando y más embelesan su lente. Lo mismo con la algarabía de las calles cubanas; llenas de memorias revolucionarias en medio de construcciones antiguas, habitadas de personajes sencillos y peculiares, con pieles morenas y ojos tabaco. Sin duda, en cada uno de esos rincones la artista se encuentra, va hallándose en la esencia de lo cambiante. 

Las grandes metrópolis del mundo también la cautivan por sus movimientos incesantes, sus luces agitadas, sus oscuridades calmadas, sus ruidos caóticos, sus templos religiosos, sus fachadas coloniales, sus edificios infinitos, sus vistas panorámicas, sus monumentos, sus anuncios llamativos, sus escenarios abstractos y las historias tranquilas de sus callejones. Dentro de ese dinamismo citadino la autora reflexiona sobre la multitud y la soledad, así como en el devenir del ser humano, inmerso en la urbe, constantemente transformado en el asfalto. Aún más, esa conciencia urbana presente en sus imágenes nos habla de los cambios de residencia que ha vivido y que la han marcado de experiencias. Paola remembra sitios lejanos, añora espacios distantes y recuerda latitudes del pasado.

La naturaleza, por supuesto, está latente en sus fotos. En las pieles de mamíferos, en la fuerza, elegancia, valentía y lealtad de los equinos, en las paradójicas fiestas bravas, en los últimos minutos de luz que se diluyen en el océano, en las rocas esculpidas por el mar, en las texturas del agua, en la fuerza de las olas, en los colores marinos y turquesas, en la arena que graba e imprime al caminante, en la espuma que pule la costa, en el sol que pinta de ocre y azul las playas mexicanas y en la abstracción al natural. No se diga en los lagos y lagunas iluminados de verde sauce y blanco garza navegados por viejos xochimilcas, en el sublime y minimalista horizonte de sal líquida, rayos solares y cielos bolivianos y en sus tonalidades únicas al amanecer y al atardecer.

Asimismo, la creadora rinde un homenaje visual a lo meramente mexicano. A las tradiciones y folklore como el día de muertos, la guadalupana y la catrina; a la charrería, la gastronomía, los bordados y textiles; a lo kitsch como la lucha libre, los tianguis y los juguetes, de la misma forma que a los bailes regionales, las artesanías y el colorido de nuestro país. Cabe destacar que en la mayoría de sus series se manifiesta tanto lo oscuro como lo resplandeciente, al igual que la escala de grises. Se trata de una dialéctica de contrastes en donde blancos y negros se alternan, se abstraen, se complementan y se unen.


Adriana Cantoral 


Texto para portal de arte "Inusual"

Puebla, julio 2021

 

 


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